No. de e-mails en bandeja de entrada: 0!!!

Siguiendo con el tema de mi post pasado, sólo que en esta ocasión respecto a mis mails. Quienquiera que alguna vez haya visto mi bandeja de entrada (la cual tenía más de 1000 e-mails, algunos de los cuales eran hasta del 2002) podrá entender por qué me siento realizada al tener actualmente tan sólo la bella cantidad de 0 e-mails.

Ya desde hace aproximadamente 3 semanas había logrado esto, pero antes de cantar victoria quería saber si lograría mantenerla en ese estado siguiendo unas cuantas reglas que me impuse no tan sólo para conservar el orden, sino tmb para responder a mis amigos con eficiencia, pues es bien sabido que generalmente tardo años (a veces de manera literal...) en contestar mails, lo cual puede, si no terminar con una amistad, sí hacerla más distante por la falta de contacto, pues generalmente uno le escribe mails a aquellas personas que uno no puede ver a menudo. Vaya, con decir que hasta el correo mexicano es más eficiente que yo, y eso que éste tarda meses en entregar cartas...

En fin, esta vez me he propuesto no dejar en mi bandeja más que los e-mails que tengo que contestar, y éstos no pueden quedarse ahí más de una semana. Asimismo, aquellos mails que no tiene sentido guardar los elimino inmediatamente, y los que deseo conservar los clasifico en carpetas.

Evidentemente todavía tengo que depurar el contenido de las carpetas, pero así como dije en el caso de mi música: por algo se tiene que empezar, y la vdd es que el hecho de ver pocos e-mails en mi bandeja de entrada sí me facilita mucho más la clasificación/eliminación/respuesta de lo que recibo diariamente. Creo que me he vuelto más selectiva y eficiente desde que empecé a leer diariamente las noticias, pues aunque es importante estar informado, tampoco se puede uno pasar el día entero leyendo; uno tiene qué aprender a discernir qué vale la pena leer a detalle y qué resulta irrelevante.

Además de depurar las carpetas, tmb quisiera actualizar los datos de mi lista de contactos y clasificarlos en grupos (sí, tengo un síndrome Mónica que durante mi estancia en Alemania se ha ido incrementando), pero por lo pronto estoy satisfecha con lo que hasta el momento he logrado .

Sólo falta el tiempo a quien no sabe aprovecharlo - Gaspar Melchor de Jovellanos